Se trata de un estudio publicado en el 'British Medical Journal' en días pasados.
Investigadores se dieron a la tarea de comparar siete programas dietéticos enfocados a reducir el riesgo de problemas cardiovasculares para dar con el plan de alimentación más beneficioso en la búsqueda de este objetivo. Le contamos cuál eligieron. Se trata del estudio 'Comparación de siete programas dietéticos estructurados populares y riesgo de mortalidad y eventos cardiovasculares mayores en pacientes con mayor riesgo cardiovascular: revisión sistemática y metaanálisis en red'.
Este fue publicado en enero de 2023 en la revista científica British Medical Journal, BMJ, y es un análisis que compara la eficacia de siete programas de dieta estructurados populares en la reducción del riesgo de mortalidad y eventos cardiovasculares mayores (MACE, por sus siglas en inglés) en pacientes con riesgo cardiovascular elevado.
Las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de muerte en todo el mundo.
De hecho, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 2019 murieron 17,9 millones de personas a causa de enfermedades cardiovasculares, lo que representa el 32 % de todas las muertes en el mundo.
Por esta razón, es importante contar con herramientas efectivas para prevenir y tratar estas enfermedades.
En este sentido, los investigadores llevaron a cabo una revisión sistemática y un metaanálisis de redes, en el que se analizaron datos de 48 ensayos clínicos que incluyeron a 7,996 participantes con alto riesgo cardiovascular.
Los siete programas de dieta evaluados en el estudio fueron: la dieta mediterránea, la dieta DASH (enfoques alimentarios para detener la hipertensión), la dieta Ornish, la dieta vegetariana, la dieta alta en proteínas, la dieta baja en carbohidratos y la dieta baja en grasas.
La dieta mediterránea, como su nombre indica, se basa en los patrones alimentarios de la dieta tradicional de los países que bordean el Mediterráneo. Incluye una alta ingesta de frutas, verduras, legumbres, pescado y aceite de oliva, y una baja ingesta de carnes rojas, productos procesados y alimentos ricos en grasas saturadas.
Por su parte, la dieta DASH se enfoca en aumentar la ingesta de frutas, verduras, granos enteros, lácteos bajos en grasa, pescado, aves y frutos secos, y reducir la ingesta de alimentos ricos en grasas saturadas, colesterol y sodio.
La dieta Ornish se enfoca en alimentos vegetales, granos enteros, legumbres y proteínas magras, mientras que restringe los alimentos con alto contenido de grasas, carnes rojas y productos lácteos con alto contenido de grasa.
La dieta vegetariana se basa en una ingesta alta de alimentos de origen vegetal, y excluye la carne y otros productos animales.
Por otro lado, la dieta alta en proteínas se enfoca en aumentar la ingesta de proteínas, ya sea de origen animal o vegetal, mientras que las dietas bajas en carbohidratos y grasas restringen la ingesta de estos macronutrientes.
Los resultados del estudio mostraron que todas las dietas estructuradas evaluadas en el estudio redujeron significativamente el riesgo de MACE en pacientes con alto riesgo cardiovascular en comparación con una dieta de control.
Además, la dieta mediterránea y la dieta DASH fueron las más efectivas en la reducción del riesgo de mortalidad y MACE.
Es importante destacar que las dietas bajas en carbohidratos y altas en proteínas no se asociaron con una reducción significativa en el riesgo de mortalidad o MACE en comparación con la dieta de control, mientras que la dieta baja en grasas se asoció con un mayor riesgo en comparación con la dieta de control.
Los investigadores también destacaron que los resultados deben ser interpretados con precaución debido a las limitaciones del estudio, como la heterogeneidad en la definición de las dietas y la calidad variable de los ensayos clínicos incluidos en el metaanálisis.
Sin embargo, el estudio ofrece información valiosa para pacientes con alto riesgo cardiovascular y para profesionales de la salud que buscan recomendaciones efectivas para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Los resultados sugieren que la dieta mediterránea y la dieta DASH son las opciones más efectivas para reducir el riesgo de mortalidad y MACE en pacientes con alto riesgo cardiovascular.
Comments